Germán Martínez; ejemplo de pragmatismo, vuelve al PAN.
Además del calderonista Roberto Gil
Staff/Poder y partidos
Germán Martínez regresó al PAN.
Fue presidente del PAN con pésimos resultados.
Primero renunció al PAN como parte de la estrategia de AMLO para hacerse de panistas destacados y así socavar a su principal rival, quien en esa lógica también se llevó a la llamada 4T a Manuel Espino, también expresidente del PAN.
Morena lo hizo candidato y senador de 2018 a 2024.
Germán atacó arteramente al blanquiazul, dijo que era ya un partido inservible y muy lejano a a los intereses populares, criticó terriblemente a Ricardo Anaya y a Marco Cortes.
Lo hicieron director del IMSS, se peleó con AMLO y se regresó a las filas opositoras.
Ciro Gómez Leyva le dio foro y voz en Radio Fórmula; desde ahí se catapultó como “líder de opinión” de los opositores.
Le dieron una diputación pluri en el PAN y el fin de semana pasada le reabrieron la puerta del Consejo Nacional, al cual regresa por ser miembro ex oficio, calidad que le da su status de expresidente.
Gran ejemplo de pragmatismo político.
Junto a él, ya están también ahí varios calderonistas; como él mismo lo fue. Roberto Gil, otro pragmático y la esposa del expresidente Margarita Zavala, quien ha pesar de declarar pestes sobre el PAN ya es, por segunda consecutiva diputada federal.
Paradójicamente, la bienvenida de regreso al PAN se las da Jorge Romero, nuevo presidente del partido azul -acusado en su momento por el calderonismo- como jefe del llamado “cártel inmobiliario”.
Germán Martínez, pragmatismo puro.